Charles Bukowski

Heinrich Karl Bukowski
Andernach, Alemania, 16 de agosto de 1920 - Los Ángeles, Estados Unidos, 9 de marzo de 1994.
Consejo amistoso a un montón de jóvenes / A solas con todo el mundo / El día que tiré una cuenta de banco por la ventana / Un poema es una ciudad / Verdad.

Consejo amistoso a un montón de jóvenes

Id al Tibet
monta en camello.
lee la Biblia
tiñe tus zapatos de azul.
déjate la barba.
da la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribete al Saturday Evening Post
Mastica sólo por el lado izquierdo de la boca
cásate con una mujer que tenga una sola pierna y aféitate con navaja
y graba tu nombre en el brazo de ella
lávate los dientes con gasolina
duerme todo el día y trepa a los árboles por la noche.
se un monje y bebe perdigones y cerveza.
mantén la cabeza bajo el agua y toca el violín
baila la danza del vientre delante de velas rosas
mata a tu perro
preséntate al Alcalde
vive en un barril
pártete la cabeza con un hacha
planta tulipanes bajo la lluvia.
Pero no escribas poesía.


A solas con todo el mundo

La carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al
otro
pero siguen
buscando
de cama
en cama.
La carne cubre
el hueso y la
carne busca
algo más que
carne.

No hay ninguna
posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
Nadie encuentra jamás
al otro.

Los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan
nada más
se llena.


Un poema es una ciudad

Un poema es una ciudad llena de calles y cloacas,
llena de santos, héroes, pordioseros, locos,
llena de banalidad y embriaguez,
llena de lluvia y truenos y periodos
de ahogo, un poema es una ciudad en guerra,
un poema es una ciudad preguntando por qué a un reloj,
un poema es una ciudad ardiendo,
un poema es una ciudad bajo las armas
sus barberías llenas de borrachos cínicos,
un poema es una ciudad donde Dios cabalga desnudo
por las calles como Lady Godiva,
donde los perros ladran en la noche y persiguen
la bandera; un poema es una ciudad de poetas,
muchos de ellos muy similares
y envidiosos y amargados...
un poema es esta ciudad ahora,
a 50 millas de ninguna parte
a las 9:09 de la mañana,
el sabor a licor y cigarrillos,
sin policía, sin amantes, caminando en las calles,
este poema, esta ciudad, cerrando sus puertas,
fortificada, casi vacía,
enlutada sin lágrimas, envejecida sin pena,
las montañas rocosas,
el océano como una llama de lavanda,
una luna carente de grandeza,
una leve música de ventanas rotas...

Un poema es una ciudad, un poema es una nación,
un poema es el mundo...
y ahora pongo esto bajo el cristal
para el loco escrutinio del editor
y la noche está en cualquier lado
y lánguidas damas grises se alinean
el perro sigue al perro al estuario
las trompetas anuncian los patíbulos
mientras los hombrecillos deliran sobre cosas
que no pueden hacer.


Verdad

una de las mejores líneas de Lorca 
es, 
"agonía, siempre 
agonía…"
piensa en esto cuando 
mates una 
cucaracha o 
recojas una hoja para 
afeitarte 
despertando en la mañana 
para 
enfrentar el 
sol.


El día que tiré una cuenta de banco por la ventana

Y, yo dije, puedes tomar tus tíos y tías ricos
y abuelos y padres
y todo su asqueroso petróleo
y sus siete lagos
y sus pavos salvajes
y los búfalos
y todo el estado de Texas
queriendo decir, tu explosión de graznidos
y tus caminatas de sábado a la noche par la rambla
y tu pequeña biblioteca selecta
y tus políticos coimeros
y tus artistas intelectuales
puedes tomar todo esto
y tu periódico semanario
y tus famosos tornados
y tus sucias inundaciones
y todos tus gatos maullantes
y tu suscripción a Life
y, nena,
refriégatelos.
Yo puedo manejar un pico y un hacha (pienso)
y puedo ganar
25 dólares con una changa (tal vez)
claro, tengo 38 años
pero un poco de tintura puede arrancar el gris
de mi cabeza;
y todavía puedo escribir un poema (a veces)
no te olvides nunca de eso y aun cuando
no me haga ganar nada,
es mejor que esperar a la muerte y al petróleo
y asesinar pavos salvajes
y esperar que el mundo comience,
muy bien, atorrante, dijo ella,
vete.

¿Qué? dije yo.
afuera. has dicho tu última fanfarronada.
estoy cansada de tus malditas fanfarronadas:
siempre actúas como un
personaje
de una pieza de O'Neill

pero yo soy diferente, nena,
no puedo cambiar.

eres diferente, ¡muy bien!
¡Dios, qué diferente
no golpees la puerta
cuando salgas.

pero, nena, yo amo tu
dinero!

 ni una vez has dicho
que me amabas a mí!

¿Qué quieres
un mentiroso o
un amante?
no eres ni lo uno ni lo otro,
¡afuera, vago, afuera!
¡...pero, nena!
¡vuelve a O'Neill!

Caminé hacia la puerta,
la cerré suavemente y me fui
pensando: todo lo que ellos quieren
es un indio de madera
que dice sí y no
y se para cerca del fuego
y no hace mucho lío.
pero te estás poniendo viejo, mi querido,
la próxima vez juégala
más cerca
del chaleco.

Charles Bukowski

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