Miguel Hernández

Miguel Hernández Gilabert
Orihuela, España, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942
     Nació para golpes destinado el 30 de octubre de 1910 en Orihuela, de padres campesinos y con seis hermanos, tres que murieron pequeños. Necesitado para el trabajo de campo abandonó la escuela, era corriente que en aquel contexto castigaran a los niños por hacer algo tan improductivo como leer. Miguel se ingeniaba para encontrar el momento, a la vez que ayudaba a su padre a repartir leche y cuidar rebaños, en una España en que la mitad de la población era analfabeta y provincias enteras eran propiedad de una sola persona, con un salario de tiempo completo diario que no valía más que lo que uno o dos kilos de pan.
      Ramón Sijé, seudónimo del abogado y periodista José Ramón Marín Gutiérrez, tres años mayor que Miguel y también oriundo de Orihuela, en 1931 juntó dinero para que su amigo pudiera comprar un pasaje en vagón de tercera clase a Madrid, donde conseguiría trabajo en una notaría. Ramón muere joven y Miguel draga la tierra hasta encontrarlo en su Elegía.
     En el verano de 1934 regresó a sus pagos de vacaciones y se enamoró de Josefina Manresa, con quien tres años después se casó. El primer hijo, Manuel Ramón, falleció a los diez meses; al segundo hijo, Manuel Miguel, el poeta escribió Nanas de cebolla desde la cárcel.
     Durante la Guerra Civil española asumió un papel protagonista y comprometido, se alistó en el Quinto Regimiento de Milicias Populares, puso su poesía al servicio de los ideales de Libertad recorriendo el frente de batalla y declamando para los soldados republicanos.
     En 1938 lo perseguían, un amigo le ofreció su casa en Tudanca pero quiso volver a Orihuela, entonces partió a Sevilla pasando por Córdoba, en un intento por cruzar la frontera por Huelva, la policía de Salazar, dictador fascista de Portugal, lo entrega a la Guardia Civil. Por un consejo de guerra es condenado a muerte, aunque consigue una conmutación a treinta años de cárcel. Al año siguiente lo trasladan al reformatorio de adultos de Alicante, donde la familia lo tiene más cerca, pero enferma de tifus y poco después de tuberculosis. Murió en la cárcel, en la madrugada del 28 de marzo de 1942, tenía 32 años.
     Desde el primer roce he albergado en mis peores asuntos la lejana amistad de un lenguaje que purifica, trayéndolo como escudo, como espada y armadura; Miguel permanece intacto del lado de los justos, pajareando el español de la lucha y el amor por la vida.


Fuente
-Miguel Hernández, "El niño yuntero y otros poemas", LOM Ediciones, Santiago, Chile, 2004.
-Miguel Hernández, Colección Máximos Creadores, Rev. Luna Nº 690, Ed. Perfil S.A., Buenos Aires, Argentina, 1997.

-http://www.miguelhernandezvirtual.es/new/index.php/home

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