Ésta es mi copa y la rompo.
Éste mi caballo y lo suelto.
Decid a mis amigos que he muerto.
Que el vino derramado de mi copa
lo beban mi enemigo y mi perro,
y sobre las cenizas de mi casa
dancen ebrios.
Yo con mi propia sed quiero embriagarme
hasta ser una estatua de fuego
Decid a mis amigos que he muerto.
Que mi caballo pase
bajo el arco de rosas y laureles
con otro caballero.
Decid a mis amigos que he muerto,
que he muerto y soy dichoso
de otra dicha que baja de otro cielo.
Conrado Nalé Roxlo
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