Figurarme solía un magistrado
que hoy sostuviese a la nación entera:
¡qué luces, qué virtudes no exigiera
un empeño tan grande y elevado!
Sólo el poder de un Dios a tanto grado
las prendas de un mortal llevar pudiera;
mas ya en nuestras desdichas ¿quién espera
un prodigio tan raro y acabado?
Dije: y «miradlo aquí», contesta ufano,
señalándome el gran Vista - Florida,
el genio tutelar del pueblo indiano;
la América no más será oprimida
con este Consejero, y el hispano
a este patricio deberá la vida.
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