Mis libros
serán la caja negra de mis actos
cuando me estrelle contra la creación
Sí Dios te lo dedico
Mi único legado
apenas el siseo de un bolígrafo
Una mancha de tinta desleída
Y sin embargo
qué profuso misterio emputecido
cincelando un perfil que no estará
y a pesar de todo esto
qué feroz ramaje aquel
donde mi sangre alguna vez hirviera
Hay un libreto con final abierto
en mis costillas
El croquis periférico de un hombre
que se negó a transar
y se murió de sed en un acuario.
Eduardo Espósito
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