Apología tanguera

 
Tango rante, tu emoción
es el alma del suburbio,
para vos, el verso turbio
de mi parda inspiración,
te lucís con tu pintón
y en cualquier baile orillero
sos un símbolo canero
que entra taconeando fuerte,
sos la risa, y sos la muerte,
vestida de Milonguero.

Sos entre el camandulaje
un cacho de mala suerte,
sos el barbijo de muerte
que rubrica el sabalaje.
Sos el alma del chusmaje
metida en un bandoneón,
sos la furca, la traición,
el piropo y el chamuyo,
y sos una flor de yuyo
que perfuma el corazón.

Sos el lamento tristón
que amarrocando sentidos,
te metés por los oídos
y escarbás el corazón.
Sos el réquiem compadrón,
el que gimió allá en París,
con tu canyengue, ¿me oís?
Vos fuiste el fiero remache
que hizo temblar al apache
y llorar a las Mimís.

Tango lindo que se estira
en un bandola atorrante
y que sale agonizante
mientras se baila y se aspira.
¡Tango' Sos como un tira
de prepotencia y de mal,
sos lágrima y delantal,
sos farolito de esquina
y sos tristeza de mina
que se clava en un puñal.

Enrique Cadícamo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario