Sobre los extravertidos
modelos del mundo físico,
un soplo que deseche las jergas,
la rutina de establecer conexiones,
analogías, enfrentamientos
entre entidades distintas,
taza y cama,
flor y ojo, coles y reyes,
y diferencias
entre similares, entre porotos
de una misma vaina,
y forzándonos a ir
más allá del placer de inhalar
y exhalar voces como acordes,
melodías del sentimiento,
rugidos del examen interior,
en imágenes como cuadros,
cuadros como acciones contra objetos,
sonidos como manchas,
signo y gesto
en el que gustaríamos el secreto
vocabulario de cada experiencia,
la gramática
de tomar una piedra, pesarla,
medirla, arrojarla,
o tallar en ella,
y la intuición
de cómo el que pesa, arroja, mide la piedra,
puede equivocarse, suele errar
y yerra con frecuencia,
suele
transformar y expresar la piedra en una mentira.
modelos del mundo físico,
un soplo que deseche las jergas,
la rutina de establecer conexiones,
analogías, enfrentamientos
entre entidades distintas,
taza y cama,
flor y ojo, coles y reyes,
y diferencias
entre similares, entre porotos
de una misma vaina,
y forzándonos a ir
más allá del placer de inhalar
y exhalar voces como acordes,
melodías del sentimiento,
rugidos del examen interior,
en imágenes como cuadros,
cuadros como acciones contra objetos,
sonidos como manchas,
signo y gesto
en el que gustaríamos el secreto
vocabulario de cada experiencia,
la gramática
de tomar una piedra, pesarla,
medirla, arrojarla,
o tallar en ella,
y la intuición
de cómo el que pesa, arroja, mide la piedra,
puede equivocarse, suele errar
y yerra con frecuencia,
suele
transformar y expresar la piedra en una mentira.
Casa de la mente, 1968
Alberto Girri
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