Si el grillo canta el sapo no ataca, sólo espera. Lo asusta el canto al sapo, lo detiene, lo anula en su voracidad de sapo. El grillo debe cantar sin detenerse para no ser festín del sapo. El sapo -harto de esperar- puede ir en busca de otro alimento o el grillo puede quedar exhausto y ser comida. ¿Has visto cómo en un segundo el sapo devora al grillo? ¿Se puede cantar hasta el agotamiento? Digo: cantar por cantar sin otro motivo que evitar ser plato de otros. El grillo canta sin detención intuyendo que podrá tener un fin terrible. El sapo -en cambio- simplemente espera. ¿El grillo es el poeta que cantando derrotará a la muerte? ¿O el poeta es el sapo que sabe esperar el momento incandescente de desplegar su lengua?
Joe Cannabis
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