La noche



En esas doce horas que somos la espalda del mundo
en aquel diario eclipse
eclipse de pueblos
eclipse de montes y páramos
eclipse de humanos
eclipse de mar
el negro le tiñe a la Tierra mitad de la cara
por más que se ponga luz artificial

negrura de sombra
sombra de negrura
que a nadie le asombra
y a todo perdura

obscura la España
y claro Japón
obscura Caracas
y claro Cantón
y siempre girando hacia el Este
aquí está tiznando
allá está celeste

esa sombra inmensa
esa sombra eterna
que tuvo comienzo al comienzo del comienzo
rotativo eclipse
eclipse total
pide a los humanos un solemne rito
que es horizontal

y cada doce horas que llega me alegro
porque medio mundo se tiñe de negro
y en ello no cabe distingo racial.


Nicomedes Santa Cruz

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