Corazón, contesta
por qué palpitas, sí,
por qué palpitas
como una campana
que se encabrita, sí,
que se encabrita.
¿Por qué palpitas?
¿No ves que la noche
la paso en vela, sí,
la paso en vela
como en mar violento
la carabela, sí,
la carabela?
Tú me desvelas.
Qué te estás creyendo,
no soy de fierro, sí,
no soy de fierro.
Me tratas lo mismo
como a los perros, sí,
como a los perros.
Es mi destierro.
¿Cuál es mi pecado
pa’ maltratarme, sí,
pa’ maltratarme
como el prisionero
por los gendarmes, sí,
por los gendarmes?
Quieres matarme.
Pero a ti te ocultan
duras paredes, sí,
duras paredes,
y mi sangre oprimes
entre tus redes, sí,
entre tus redes.
¿Por qué no cedes?
Corazón maldito
sin miramiento, sí,
sin miramiento,
ciego, sordo y mudo
de nacimiento, sí,
de nacimiento.
Me das tormento.
Sin miramiento,
me das tormento.
por qué palpitas, sí,
por qué palpitas
como una campana
que se encabrita, sí,
que se encabrita.
¿Por qué palpitas?
¿No ves que la noche
la paso en vela, sí,
la paso en vela
como en mar violento
la carabela, sí,
la carabela?
Tú me desvelas.
Qué te estás creyendo,
no soy de fierro, sí,
no soy de fierro.
Me tratas lo mismo
como a los perros, sí,
como a los perros.
Es mi destierro.
¿Cuál es mi pecado
pa’ maltratarme, sí,
pa’ maltratarme
como el prisionero
por los gendarmes, sí,
por los gendarmes?
Quieres matarme.
Pero a ti te ocultan
duras paredes, sí,
duras paredes,
y mi sangre oprimes
entre tus redes, sí,
entre tus redes.
¿Por qué no cedes?
Corazón maldito
sin miramiento, sí,
sin miramiento,
ciego, sordo y mudo
de nacimiento, sí,
de nacimiento.
Me das tormento.
Sin miramiento,
me das tormento.
Violeta Parra
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